
Experiencia de Liliana Vásquez durante terremoto en Ecuador en abril del 2016
Estoy en Ecuador. Soy profesora y estudiante de la organización Brahma Kumaris. Deseo contar mi experiencia que viví cuando ocurrió aquí un gran terremoto el 16 de abril del 2016. Estaba yo en la provincia de Manabí ciudad de Portoviejo donde fue el epicentro. El día anterior fui a dar un curso de meditación. Al llegar a la ciudad el día viernes sentí algo muy especial, sentí una energía muy diferente. Y sentía la vez como que una energía muy positiva me acompañaba; sentía una gran alegría y paz interna, algo tan maravilloso como si seres de luz o una presencia divina me estuviera acompañando.
La persona que me recibió hacía unos días venía sintiendo angustia y ansiedad. Ella estaba con los nervios destrozados y me decía que algo iba a pasar y que iba a morir. Yo estaba muy tranquila, tan segura con la presencia de Dios, tan absorta en Su presencia y tan feliz de dar un mensaje de paz y bienestar a las personas. En el curso para las personas estuvimos meditando, practicando la consciencia que somos seres de luz, de paz, almas; que podemos conectarnos con la presencia de Dios de una forma fácil y linda. Sentimos como si estuviéramos rodeados de Ángeles. Irradiamos Paz, luz a todos los elementos y a las personas; esto generó una energía de mucha calma. Yo me sentía cada vez más tranquila pero algo me decía que estuviera en silencio, siempre en la presencia de Dios.
Al siguiente día, como a las 5 de la tarde, Ligia, la persona que me hospedó, me pidió acompañarla al centro de Portoviejo, capital de Manabí, porque quería comprar una guitarra para cantarle canciones a Dios porque ella iba a morir, me decía. Yo le repetía que estuviera en consciencia de alma, que sintiera la energía de Dios protegiéndola, pero no entendía, no se lograba tranquilizar.
Cuando íbamos caminando llegamos al centro de la ciudad y sentía que debía de estar más en silencio, sentí que yo no pensaba, algo me decía que estuviera muy en conciencia de alma y enviando mucha luz y paz. Estuvimos Caminando por la vía principal y ella me mostró un edificio del gobierno, de 7 pisos y me habló algo sobre ese edificio. Yo miraba el sector, las personas y era como si estuviera y no estuviera, algo me jalaba hacia la luz, hacia una presencia hermosa, pura y divina. A las 6:56 del 16 de abril del 2016 de repente sentí como si me estuviera mareando, como que me movía para un lado y para otro. Estábamos en una esquina e Íbamos a cruzar la calle y empezó a temblar muy fuerte, se oscureció todo y ví caer los edificios de las tres esquinas frente a las que estábamos. Me aferré a una columna del edificio viejo donde estaba y dos personas se agarraron de mí. Montañas de escombros caían y aplastaban gente y vehículos, nubes de polvo nos envolvía, pero curiosamente a mi no me tocaba. Algunas personas corrían angustiadas, incluso algunas queriendo meterse donde estaba cayendo edificaciones, buscando a sus seres queridos. Yo les decía que estuvieran tranquilos, que oráramos, que Recordáramos a Dios y que somos almas, seres de luz. Las dos amigas lograron calmarse un poco y Luego de mucho caminar entre escombros y grietas, logramos conseguir una persona que nos ayudó a llegar a casa, lejos de allí.
Sentí en esta experiencia que cualquier esfuerzo por seguir una vida espiritual no es en vano. Que Dios está ahí para protegernos si estamos en la consciencia correcta y haciendo lo mejor por ayudar a los demás y al mundo a mejorar.
Liliana Vásquez p
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